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Antonio
Cali Por
Silvia Castellón
“De apoco el sol apareció Como un barco en rojo” Antonio Calí nació en la Capital Federal en 1957. Reside actualmente en la ciudad de Puerto Madryn desde 1989. Desde 1998 pertenece al Coro Cánticum que dirige el profesor León Berlot de Puerto Madryn. Y es de los hombres que parecen como los demás, pero su sensibilidad comienza a palparse a través de cada palabra que expresa cuando habla de la vida, del dolor, del amor y de la añoranza por una lejana tierra que no lo vio nacer. Tuvo participación en varios programas radiales relacionados con la cultura y recibió numerosos premios por sus trabajos literarios, entre ellos: 1° Premio en Poesía en el “Segundo Concurso Nacional De Cuento, Ensayo y Poesía Nuevo Cuyo”, año 2000 y Mención en 1° Concurso Nacional de Poesía Tandil 1992. Continúa trabajando en la producción de sus próximos libros “Sol de invierno” (prosa), Ravello (prosa), y “Donde van a dormir los trenes o Poemas de cuando estoy solo”. No se limita cuando se emociona como un niño de las injusticias del mundo, las que vuelca en cada verso de sus sentidas poesías. Sus
libros editados en verso hasta el momento son: “La naranja en la vereda”
(Antología de los Talleres Spencer, 1993); “Esa otra altura” (Cuadernillo,
1993); “Tintarracho” (Antología de los talleres Spencer, 1999); “La hélice
rota” (2000); y “Geografía original” (2002). “Poesía
en Sepia” es su último libro, fue presentado el 7 de agosto de 2004 en el
Teatro del Muelle donde lo acompañaron los integrantes del Coro Cánticum
con un variado repertorio. Este
libro esta compuesto por veintidós poemas breves y fue prologado por el
escritor Miguel Oyarzábal, que define a los versos como “Desprovistos de
adornos circunstanciales, dejando traslucir en ciertos momentos el paisaje patagónico,
la imagen del atardecer, el vino y la muerte”. ¿Cuándo
comenzás a escribir? A decir verdad, comencé hace mucho. Ya en la primaria me gustaba escribir "composiciones" o "redacciones", como se las llamaba en aquella época. Recuerdo que la maestra se ponía mal porque no escribía como a ella le gustaba, o sea una oración y un punto y aparte, otra oración ..., y así sucesivamente. Por aquel entonces, yo era el propietario de una infeliz cara flaca, metida entre dos orejas de Dumbo y una incipiente tartamudez que duraría hasta mis 23 años de edad. Comencé a escribir cosas "medianamente armadas" cuando formé parte del Taller de Expresión Escrita "Roberto Spencer", donde tuve la suerte de conocer y "hacer migas" con uno de mis tantos "paisanos", el tano Bruno di Benedetto, creo que en el año 1991. No obstante, me seguían resultando demasiado vacías para mi gusto. Yo quería llegar al lector, sí, pero desde otro lugar, desde el que sufre por el desamor, el que tiene bronca porque es "el hombre que está solo y espera", ¿entendés ?. ¿Con
qué escritura te identificás? Bueno, soy un apasionado de la literatura en general, especialmente de la que te deja un sabor en la boca y un agujero en la cabeza. Me gusta mucho la poesía, pero no dejaría de lado jamás una buena prosa como la de Hermann Hesse, Francisco Umbral o Juan José Arriola. De esto estoy más que seguro. ¿Maestros
o modelos? Me gustan los que te voy a nombrar a continuación. No recuerdo a todos, pero sí a estos: Gabriel García Márquez, Lugones, los Fernández Moreno (padre e hijo, dos capos), Quiroga, Kafka, Dostoievsky, Eco, Pirandello, Buzatti, Chesterton, Wilde, Shakespeare, Beckett, etc., etc., etc., y obviamente Neruda y Borges, "esa especie de genios enfermitos que te hacen trabajar" con sus escritos. ¿Qué tiempo le dedicás a la lectura y a la escritura? O si te parece, ¿habitualmente escribís y qué lees? El tiempo actual que le dedico a la lectura y/o la escritura es casi nulo. Estoy embarcado en un proyecto de vida en el que tengo invertido hasta mi último latido. En poco más de 1.000 días habré cumplido 50 años sobre la superficie de este atribulado lugar. El resto de mi vida "es" el proyecto. Estoy sufriendo una transformación - sin llegar a ser Gregorio Samsa -, que lleva su tiempo. Tengo en la cabeza la construcción de una casa nueva para mi nueva familia, la pérdida de un hijo (una marca profunda en el cuore de la que creo no voy a recuperarme nunca del todo), más de 4 años que dejé el tabaco y casi 2 que dejé el alcohol, el trabajo que me permite comer, etc. Podrás imaginarte que mucho tiempo no me queda. Incluso, estoy comprobando en carne propia algo que siempre escuché pero nunca creí: Para escribir hay que estar pasándola mal. Si no estás mal, no se te ocurre nada. Como peor no creo volver a estar, gracias a Dios, por el momento estoy en esa meseta en la que no se produce el menor chispazo literario / creativo en el cerebro. Lo que sí estoy leyendo "a las perdidas" son las historietas que salen en el Diario Clarín. La historieta es un género literario muy mal informado y bastardeado. Por suerte, hay genios como Pratt, Oesterheld o Quino que lo reivindican. Actualmente
¿qué trabajo estás realizando –para publicar-? Bueno, el 7 de agosto de este año presenté “Poesía en Sepia”, mi tercer libro en verso. Todavía no lo llevé a los kioskos. Esto te lo aclaro porque no lo voy a llevar a ninguna librería de acá. Jamás expusieron en la vidriera un libro mío. Todos sabemos cuánto espacio ocupa un libro y creo que no es mucho pedir si dejan uno a la vista (y no en un rincón del mueble de adentro) con un "dedo - cartel" que diga "ESTE ES UN VECINO QUE ESCRIBE". Creo que ninguno tomó conciencia de que los libreros locales NOS VENDEN LIBROS A LOS QUE VIVIMOS ACÁ, O SEA, VIVEN DE NOSOTROS. Bueno, sigamos. Este no tiene tanta carga de dolor como los anteriores, a pesar de haber sido escrito en la misma época. Actualmente, no estoy escribiendo. Cada tanto me vienen imágenes de mi segundo viaje a Misterbianco, el pueblo que vio nacer, caminar y despedirse a quien sería y es mi padre. Hay una imagen que cada tanto me viene a pegar en la cabeza. Es en la plaza seca de su pueblo, junto al Monumento a los Caídos en la Segunda Guerra Mundial, rodeado éste por los jubilados con los que tendría que estar mi padre. Pero no me animo a escribirla porque quizás me falta algo todavía, algún olor que necesita saltar de la memoria emotiva, alguna voz, un sonido en particular... , no sé. Este relato creo que sería el final esperado de RAVELLO, el libro dedicado enteramente a Don Agatino Calì, de quien me siento orgulloso. Un tipo que nunca se achicó (mide casi 2 metros, je, je) ante nada y ahora sanburre. Pobre tano, sanburre porque non trabaca (¡ parece un chiste de Verdaguer !). En este libro deseo relatar, en un intento de prosa poética, pequeñas historias que él me contara, otras que imaginé, un poco lo que veía de su trabajo, otro poco de mi infancia vivida en una casa donde se respiraba cemento y cal todo el día y donde mis juguetes eran la pala y el canasto y otro tanto de mi regreso a su pueblo, luego de 25 años. Mi idea era volver a Misterbianco después de 22 años de ausencia para repetir su historia, pero algunas circunstancias me lo impidieron en ese momento. Algunos
datos personales que quieras contar, por ejemplo: fecha de nacimiento, lugar,
profesión, otras actividades artísticas realizas, anhelos? Nací en la Capital Federal, en el mismo lugar donde me engendraron. No fue en París ni me trajo una cigüeña. No. Este simple y complicado hecho de aparecerse en un lugar donde no te conocen - y viceversa -, fue en la cama de mis padres el 22 de Agosto de 1.957 a la 01:45 horas de un invierno muy frío. Estoy divorciado, soy Técnico Electricista (pero arrepentido) y vivo en Puerto Madryn desde el 9 de Junio de 1.989. Soy Miembro Fundador Nº 19 de la Cruz Roja filial San Carlos de Bariloche (donde viví casi 2 años), mis últimos 3 trabajos en Buenos Aires fueron en 3 editoriales Sudamericana Planeta, (donde también hacía las veces de bombero), Rodríguez y Kel. Otra de mis ocupaciones es la actividad coral. Soy miembro del Coro Canticum en la cuerda de Bajos desde Marzo de 1.997. Este actividad me terminó de abrir un mundo completamente nuevo. El coro no me cambió la vida, en su momento me la salvó. Esto lo escribo así porque es una verdad muy profunda. Sufrí una depresión bárbara durante muchos años y mi salvavidas fueron los libros, el alcohol y el canto coral. Incluso en el grupo logré ocupar el lugar que quiero.Hace 3 años que soy uno de los solistas y le pongo mucha fuerza a esto. Te aseguro que hay que estar parado en el escenario, solito, junto a un piano que arranca de repente y te decís "Antonio, ya es tarde". No obstante, disfruto muchísimo el poder interpretar partituras que jamás hubiera imaginado siquiera conocer, por ejemplo: cantar Mozart o Schubert en Latín o Bach en Alemán. El disfrute del aplauso es inimaginable. Jamás creí que fuera así. No sé explicarlo, pero es parecido a una energía nueva que la gente te clava entre pecho y espalda. Es maravilloso, no tiene precio... pero sí valor. Asimismo, te digo que comencé mi 3º programa radial que se llama DOS EN LA NOCHE y lo hago con Miguel Oyárzabal. Es un programa donde 2 amigos charlan sobre distintos temas (en primer programa fue EL NACIMIENTO) y pasamos música un tanto alternativa, tratando de hacer un 75% nuestra y otro 25% extranjera. Los otros 2 anteriores fueron: EL CRONOPIO, con permiso de Bruno di Benedetto quien era el propietario de la idea y programa y el otro programa fue ALTA MAREA, donde leía / charlaba de poesía durante 30 minutos los Sábados de 12:30 á 13:00. Esto me dá satisfacción y una continua "puesta a prueba". Algún
deseo que quieras compartir (personal, país, mundo). Mi deseo es que nunca deje de tener deseos. Pero si debo decirte alguno en particular, entre otros, mi deseo es que el hombre crea un poco más en el hombre y que de una vez por todas, nunca necesite emigrar. Emigrar es el castigo más doloroso que puede sufrir el ser humano. Ya los Griegos, que "inventaron el Mundo Occidental" lo usaban como castigo. Yo lo vivo en mi padre y sé de qué te hablo. Él volvió 4 veces a Sicilia, bárbaro. Sus hijos y nietos somos Argentinos, su casa, sus amigos, sus vecinos y todo lo que se te ocurra. Aquí tuvo paz, nunca más bombas como en la guerra, sí, es cierto. Pero mi papá Siciliano tuvo que irse de Misterbianco sin saber si volvería a ver a su familia, vecinos, amigos, algún amor..., qué se yo.... nunca pudo votar a pesar de lo ya dicho y con más de 40 años en el país, - mi padre lleva 54 - (digo y sostengo que ningún extranjero con más de 40 años necesitaría trámites para votar. Creo que es un derecho obtenido así como una obligación pagar los impuestos) y morirá lleno de nostalgia, siendo ajeno a este país y quizás extrañando, en su caso, los naranjos que lo vieron nacer. Una vez me dijo que el emigrante tiene algo que no todos tienen: el emigrante se levanta todos los días con la boca amarga. Me costó mucho entenderlo, pero no lo olvidé nunca. ¿Cómo elegís las tapas y las ilustraciones, que relación tienen con los escritos? Las tapas de mis libros (salvo la del primero) las busco -y por suerte las encuentro-, en una colección de libros de arte que tengo en mi biblioteca. Por ejemplo, la de “Geografía Original” es un mono. Con esta tapa, lo que intento mostrar al hombre es su mundo, su propia “Geografía Original”. Ese mono que te mira desde la tapa es él, un homínido, un primate, esa especie animal que es el hombre. La de “Poesía en Sepia” es un dibujo de Modigliani, también encontrado en la misma colección. Esta vez, como intenté trabajar con la síntesis, quise ponerle una tapa muy simple, apenas una cara dibujada "casi a mano alzada". Mi cuarto libro en verso (sin editar aún), “Dónde Van a Dormir Los Trenes” (o “Poemas de cuando estoy solo”), tendrá en la tapa un cuadro Dadaísta de Francis Picabia, titulado, justamente “La Estación del Amor”. Qué mejor que esta tapa para un libro que contiene poemas de amor, ¿no te parece?. La de “Ravello” romperá con todos los esquemas: es la primer hoja del pasaporte de mi padre, uno de los pocos tesoros que guardo con mucho cariño y celo. El motivo de titular el libro con ese nombre se debe a que “Ravello” es el nombre de la Motonave en la que, quien sería mi padre, dejó el Puerto de Génova en 1.949. Creo que es la tapa ideal, original y necesaria para mi /su libro. ¿Alguna acotación? No se me ocurre nada. |
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