|
|
|
Héctor Ossés, Santa Cruz
Proclama nadie es bendito en ésta tierra ni siquiera los niños nadie trae consigo una bandera que le abra el camino nadie viene con el cielo incorporado ni tiene pase libre ni llegará sin daño a ningún lado porque la indemnidad no existe nadie es bendito en ésta tierra ni siquiera los viejos nadie se salva por haber sufrido nadie es bendito en ésta tierra tampoco los muchachos los héroes los que ponen la sangre ls que tienen la idea más grande que el cuerpo nadie es bendito en ésta tierra ni siquiera los pueblos nadie es bendito en ésta tierra ni siquiera los pobres aunque de ellos sea el reino de los cielos La
tramoya del tiempo y de la muerte éste hombre que yo digo rechazaba el reloj el almanaque la crónica y la historia es que el tiempo no era para él sucesión burocrática de lo claro y de lo oscuro una rutina insulsa de horas y de clima de sol y de luna creía mas bien que un tramoyista celeste manejaba el transcurso de la vida de acuerdo a sus humores a veces la muerte llega por circunstancias previsibles la muerte es en general irresponsabilidad del manipulador que no elige no mide no mensura cada vez que se equivoca desaparece alguien que uno ama Del libro Diablos Dioses, 1998
|
|
::::Derechos de Autor Reservados:::: ::::Propiedad intelectual 241.128::::
|