|
|
|
Ariel
Williams, Puerto Madryn Del
libro Lomasombra, 2003 era
era I afuera se escuchan alpargatas y moscas, pisadas entrando al pedregullo; pasan hombres cantando con olor a sal, el cuchillo poroso de un gargajo rompe la noche; una risa y un perro que es sonido en los barriales oscuros; alguien cae a la sombra donde rueda un vaso, donde el dedo de dios acaba de señalar aun corazón que duerme nombre
nombre 2 se huele que anduvieron los espíritus santos, se huele ese olor de muchachas salvajes; en esta posada anda la bronca oscura, éste es el lugar de la enfermedad y de los malos sueños de la música blanda del morir; acá se cocina en la luz más cruda el pedazo de carne que arrancaron a la virgen maría; todavía se escucha el suspiro lento, tibio, salado, la corriente de ocho mil lenguas interiores que
la subió a la luz 4 a veces voy por las rutas blancas, entro en los pueblos – azul, tres arroyos – de los que acaba de irse, dejando la escritura de su paso: nombres falsos en hoteles, cuentas y cigarrillos apagados, putas seducidas, cuartos llenos de olor a humo y a naranjas, un hombre muerto una vez, en un tugurio; sus pasos no entendiendo el mundo, al lado de lo que yo debería haber vivido |
|
::::Derechos de Autor Reservados:::: ::::Propiedad intelectual 241.128::::
|